¿QUÉ SABER SOBRE LIPOSUCCIÓN?

La eliminación de la grasa localizada ha sido uno de los motivos fundamentales que han llevado a muchísimas pacientes a consultar a un cirujano Plástico.

La liposucción es un método quirúrgico que nos permite eliminar los depósitos de grasa de forma localizada, y no generalizada. Así pues, la liposucción NUNCA será un tratamiento integral de los pacientes con obesidad generalizada, sino que está dirigida a aquéllos pacientes en normopeso -o ligero sobrepeso- que deseen eliminar la grasa en aquéllos sitios donde ni dietas, ni ejercicios, ni otros tratamientos han sido capaces de eliminar.

A lo largo de éste artículo, vamos a intentar aclarar muchas de las preguntas clásicas que nos hacen nuestros pacientes acerca de ésta intervención.

Son muchos los pacientes que creen que liposucción y lipoescultura son intervenciones diferentes. Trataremos de explicar éste concepto.

Cuando el cirujano a través de cánulas extrae la grasa, está haciendo una liposucción. Pero cuando además del hecho en sí de quitar grasa, lo hace de manera calculada para que armonice con el contorno del cuerpo mejorando su forma, entonces hace una lipoescultura. Así pues, la liposucción es el medio utilizado para la realización de una lipoescultura.

Dependiendo del sistema con el que estemos haciendo una liposucción, éstas se clasifican en:

Liposución Aspirativa: Consiste en la eliminación de la grasa mediante succión (presión negativa) utilizando microcánulas de punta roma (es decir, redondeadas). Al eliminar los adipocitos enteros, son aptos para ser trasplantados a otros lugares (lipotransferencias).
Liposucción asistida por Laser: su principal característica es que además de quitar la grasa localizada en un punto determinado, tiene un moderado efecto de re-tensificar la piel. La cánula tiene en uno de sus extremos una fibra óptica que emite energía láser (calor) para licuar las células grasas. La grasa que se extrae está licuada, por lo que no es apta para ser utilizada en lipotransferencias a otros lugares.
Liposucción Ultrasónica: Esta técnica también emulsiona la grasa y la licua. La cánula emite ultrasonidos que «implosionan» las células grasas. Al igual que la anterior, está indicada para aspirar la grasa de zonas difíciles donde está más endurecida, como por ejemplo, de la espalda. Las cánulas tienen el inconveniente de que son un poco más gruesas. Una variante de ésta es el LipoVáser, que veremos a continuación.
LipoVáser: Se trata de una liposucción ultrasónica (3ª Generación) cuyas cánulas son más finas que las anteriores. Permiten extraer grandes cantidades de grasa de todo el cuerpo, por lo que se usa en liposucciones extensas o en áreas donde ya han liposuccionado, ya que también rompen las zonas de fibrosis. Pese a lo que se lee en otros sitios, puedo decir que el postoperatorio es doloroso y la tasa de seromas no es desdeñable.

¿Cuál de éstas técnicas es mejor?

Pues como todo en Cirugía, depende de en qué caso se aplique.

Si la piel está en buenas condiciones, la liposucción aspirativa será la indicada.
Si la piel está ligeramente fláccida, la liposucción láser o ultrasónica puede solventar mejor ésta situación.
Si la piel está muy flácida o caída, entonces la liposucción (sea la técnica que sea) no estará indicada, ya que producirá mayor flacidez de la piel, irregularidades en los contornos y el resultado estará destinado al fracaso.

Confieso que a veces me hago cruces con lo que escucho, pero sobre todo con lo que leo publicitando la liposucción como una técnica que elimina definitivamente la celulitis, indolora, que se puede realizar con anestesia local (como el que saca una muela), que la vuelta a la vida normal de la paciente se produce de inmediato y un largo etcétera que en éste capítulo queremos aclarar…

Es FALSO que «La liposucción sea un método sencillo y no invasivo». Empezando porque para hacer una liposucción se necesita hacer una o varias incisiones en la piel (aunque ésta sean mínimas) para permitir el paso de la cánula al espacio graso, de forma que cualquier liposucción quirúrgica es invasiva. Tampoco es un método sencillo, ya que requiere que el cirujano tenga en mente una imagen tridimensional de lo que está haciendo en todo momento, teniendo en cuenta además que la paciente está acostada en una camilla, por lo que el aspecto, volumen y localización de los acúmulos grasos pueden variar por el efecto del propio peso del paciente.
Es FALSO que «Una liposucción, se puede hacer en Consultorio con total seguridad». A menos que quieras correr peligros innecesarios y molestias durante la intervención, me temo que un Consultorio médico (como su palabra indica) no proporciona el ambiente adecuado de esterilidad, de monitorización y de seguridad que te proporciona un quirófano.
Con respecto a la anestesia local, a menos que sean en zonas mínimas, no es un método seguro en esta operación, ya que la paciente puede sentir molestias al final de la intervención, debido a que junto a la grasa, la cánula absorberá también la anestesia que se colocó.
Es FALSO que «Tal método X de liposucción elimina definitivamente la celulitis». Frecuentemente leído cuando se trata de sistemas láseres… Los láseres son estupendos, pero no son milagrosos. Lo que sí hace una liposucción es atenuar sus efectos y nada más.
Es FALSO que «la liposucción es un método definitivo para la eliminación de grasa corporal y sus efectos son permanentes». Si la paciente no se cuida mediante ejercicio físico o mantiene una dieta equilibrada, la paciente volverá a tener el mismo problema.
Es FALSO que se puedan hacer con garantías de éxito lipotransferencias grasas mediante anestesia local, ya que el uso de los anestésicos locales están contraindicados en ésta intervención, debido a que interfieren frente a la vitalidad de las células grasas.
Es FALSO que «si estamos en Junio, podrás lucir tripita éste verano». Los efectos reales y consolidados de una liposucción sólo se ven al cabo de 4-5 meses después de la liposucción.
Es FALSO que «Con una liposucción pierdes peso», ya que la liposucción lo que te da es un cambio de volumen.
Es FALSO que «los nuevos métodos de liposucción son menos dolorosos, más rápidos y tienen menos riesgos»… En el caso del LipoVáser, es incluso más doloroso y tiene más índice de seromas que con los métodos tradicionales. En el resto de los sistemas de Ultrasonidos o Láseres, son más lentos y llevan mayor tiempo de quirófano, ya que para destruir la grasa, se necesita depositar un cierto nivel de energía en cada sector de la zona tratada. A eso se le suma la aspiración. A menos que sean en zonas mínimas, no conozco ningún caso de uso de láser o ultrasonidos que hayan llevado menos de 3 hs de quirófano…
Es FALSO que la «Liposucción de alta definición… High-Def… Six-Pack… etc, está indicada para cualquier tipo de paciente». Este tipo de liposucción sólo tiene éxito en pacientes con muy poca cantidad de tejido adiposo, con una contextura muscular óptima (van al gimnasio) y con buena calidad de piel y que a pesar de ello, no consiguen «marcar» los musculos.

El postoperatorio viene en concordancia con la cantidad de tejido graso que hemos extraído y del número y localización de las zonas que hemos tratado: mientras más volumen se le ha extraído al paciente, mayores serán las molestias.

Hay zonas que no dan ninguna molestia, como el abdomen, caderas, cuello o la parte interna de las piernas. Hay zonas que por su anatomía, puede presentar más molestias (agujetas moderadas, quemazón, étc…) en el postoperatorio, como son los flancos o la espalda.

El síntoma principal que presentan los pacientes sometidos a una liposucción es una sensación de cansancio físico extremo… como si hubieran corrido la Maratón. Eso junto a la incomodidad que al principio produce el uso de una faja especialmente diseñada para éste tipo de cirugía hacen que siempre aconsejemos a nuestros pacientes algunos días de reposo.

En nuestra experiencia, el LipoVáser duele, por lo que ingresamos a los pacientes de 1 a 2 dias en un Centro Hospitalario. De igual manera procedemos cuando la liposucción es muy extensa. En el resto de los casos, no precisa de ingreso alguno, y la paciente puede marchar a su casa si lo desea.

El tiempo de reposo postoperatorio también varía en consonancia con el volumen extraído de grasa o el método de extracción del mismo, pero por término medio puede variar entre los 5 días de un caso moderado a los 15 dias en caso de grandes liposucciones. Durante la segunda semana, aconsejamos la realización de drenajes linfáticos manuales. La faja ha de ser llevada durante un mes tanto en liposucciones pequeñas como en las grandes liposucciones.